..Es dificil de explicar lo que nos pasa a los humanos con nuestras madres..
A ella corremos cuando somos pequeños y nos golpeamos, a ella seguimos viniendo cuando los golpes de la vida nos hacen las cosas dificiles..
Y a ella, sentados, tomando mate solos, le fui contando mi vida y mi historia.. Despacito, en voz bajita, le conte de mis ultimos 15 años fuera del pais..
Se sorprendio con algunas cosas, entendio otras y para otras, solo me miro con sus ojos claros y sonrio y yo supe en esa sonrisa complice que si bien tal vez no me comprendia del todo, aceptaba mis decisiones..
Amor de madre, amor que va mas alla del solo decirlo, es mucho mas, es palparlo cada vez que estamos juntos....
Me dio su bendicion, me deseo que todo me saliera bien en mi vida y que siempre que quisiera volviera a la que era mi casa tambien.. Debo confesar que fue en ese momento en que el peso de tanta soledad en California me cayo encima... Cuando todo parece tan perfecto, tan esperado, tan pactado es cuando la vida te demuestra con muy poquito lo falso del decorado, la pintura del escenario, la fachada de la falsa realidad... Y entonces te das cuenta que solo queda lo autentico, lo valioso, por lo que vale la pena luchar... La familia, el amor, los proyectos en conjunto... Me solte y le conte mi terrible pecado, ese por el que hoy mucha gente me señala por la calle y por el cual mas de una persona no me habla... Solo sonrio y me dijo que ya lo sabia y que no me preocupara, que siguiera mi corazon.. No pude menos que temblar y llorar entre sus brazos de madre... Y de nuevo fui un niño, ni siquiera un adulto, nada mas un niño, una hoja que se va con el viento...
Entonces comprendi que habia llegado, que despues de tanto viaje podia plegar mis alitas de garrobo..
Finalmente, el vuelo del garrobo habia llegado a su fin... Habia llegado a casa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario